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Entonces Elifaz de Temán, Bildad de Súah y Zofar de Namat obedecieron al SEÑOR. Y el SEÑOR respondió la oración de Job.

Dios restaura la prosperidad de Job

10 Y el SEÑOR le restauró a Job su fortuna después que él oró pidiendo por sus amigos. El SEÑOR le dio dos veces más de lo que tenía antes. 11 Entonces todos sus hermanos y hermanas, y toda la gente que lo había conocido desde antes, lo visitaron y comieron con él en su casa. Todos ellos compartieron su dolor y lo consolaron por todo el mal que el SEÑOR lo había dejado sufrir. Cada uno le llevó a Job una moneda de plata y un anillo de oro.

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